Proyecto de ensambles musicales.
Inicia en 2008
El ejercicio que se desarrolla a través del proceso de vivencialidad con el arte nos permite articular sentidos con el otro, conllevando la constitución de grupo, de colectivo humano, que más allá de un concepto implica un hacer, en el ejercicio de la inclusión, la equidad, la solidaridad, ejes y generadores fundamentales de lo social y lo cultural. Dichos valores son el fondo para la constitución de un mejor vivir y, por tanto, de una mejor calidad de vida.
La complejidad de la música nos permite movilizar toda la gama de habilidades potenciales del ser humano, influyendo en su vivir, tanto en el sentido de humano/individuo como en el de humano/colectivo, provocando actitudes éticas y estéticas preparatorias que convergenen su cotidianidad. Por eso el trabajo musical con los jóvenes desde los grupos de ensamble es una propuesta con miras a desarrollar un proceso no sólo artístico, sino de convivencia y trabajo grupal que potencie sus aptitudes frente al arte y dinamice sus actitudes frente a la vida y al ser humano.
Conoce algunos testimonios.
Participación en eventos.
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